Muchas personas acuden a una clínica dental en Carabanchel necesitando de implantes dentales para poder reemplazar algún tipo de pérdida de pieza dental. Esta solución permite disfrutar durante muchos años o incluso toda la vida de una dentadura firme y resistente.

Clasificación de los implantes dentales

Principalmente, los implantes dentales se pueden clasificar en dos tipos: endo-óseos (osteointegrados) o subperiósticos (yuxta-óseos).

Implantes endo-óseos

Este es el tipo de implante dental más utilizado en la actualidad. Se colocan de manera quirúrgica sobre el hueso de la mandíbula o los huesos maxilares. Una vez preparado y finalizado la osteointegración, se coloca la corona o la prótesis para conseguir el mejor aspecto de diente.

Existen varias formas del implante endo-óseo, como son: cilíndricos; de tornillo (roscados), que son los más utilizados; y de láminas. Cada una de estas formas tiene sus propias ventajas y características, consiguiendo en todos los casos unos resultados que son muy naturales.

Implantes subperiósticos

Por su parte, los implantes subperiósticos o yuxta-óseos, son aquellos que cuentan con un marco de metal que es colocado sobre el hueso de la mandíbula, por la parte inferior al tejido de las encías.

Cuando en una clínica dental se recurre a este tipo de implantes es porque no se puede recurrir al uso de las dentaduras convencionales y que poseen una altura mínima a nivel óseo. Con el paso de los años, han caído en desuso, principalmente porque existen más complicaciones y la recuperación del paciente es más lenta.

La elección de uno u otro dependerá del especialista, aunque los más habituales son los primeros, concretamente los roscados.