Es innegable que el deporte es una buena práctica que todos debemos incorporar en nuestra vida, pero algunos de los hábitos que adquirimos pueden traernos algún susto cuando visitamos al dentista.

Uno de ellos es el consumo bebidas de isotónicas o energéticas. Estas bebidas generalmente conllevan un alto porcentaje de hidratos de carbono relacionados directamente, en un elevado índice, con la caries. Si prescindir de dichas bebidas te resulta complicado no descuides tus cepillados.

Otro hábito relacionado es el bruxismo. Esta patología se refiere al apretar la mandíbula contra el maxilar aumentando la presión ejercida contra los dientes o lo que comúnmente se llama “apretar o chirriar los dientes”; Este hábito se suele realizar mientras dormimos, pero la práctica de deporte o el estrés al competir puede hacer que se desarrolle cuando estamos despiertos sin ser conscientes de ello.

Existen estudios que ponen de manifiesto que el 77% de los futbolistas profesionales sufren de gingivitis o enfermedad periodontal. Estos profesionales se realizan revisiones periódicamente ya que las caries y la enfermedad periodontal pueden provocar lesiones en cualquier parte del cuerpo. Por lo que un buen cuidado de tus dientes y encía puede mejorar tu vida deportiva.

La colocación de los dientes puede influir en nuestro rendimiento deportivo. Cuando los dientes no engranan o encajan de forma correcta pueden desarrollarse problemas musculares al igual que ocurre con que el bruxismo. Está demostrado que muchos deportistas han corregido sus maloclusiones y han reducido considerablemente sus contracturas musculares. Por este motivo, las revisiones odontológicas forman parte de los chequeos que los jugadores de élite se realizan especialmente cuando son fichados por grandes clubes o equipos.